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LOGRAR QUE LAS CIUDADES Y LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS SEAN INCLUSIVOS, SEGUROS, RESILIENTES Y SOSTENIBLES

 

Nunca ha sido tan importante como ahora contar con un modelo de ciudad. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y es de esperar que continúe esa tendencia migratoria. De aquí a 2050, más de dos tercios de la población mundial residirá en centros urbanos. Solo en la India, está previsto que se duplique el número de habitantes de las ciudades, cuya población, a lo largo de los próximos 35 años, aumentará en 404 millones de personas.

 

Por lo tanto, será con el permiso de las ciudades que conseguiremos o no nuestros objetivos de igualdad, erradicación de la pobreza, reducción de los efectos del cambio climático y garantía de una vida sana. Serán las ciudades las que determinarán si lograremos un crecimiento económico inclusivo o cederemos ante una mayor desigualdad. En las ciudades será donde la gente buscará oportunidades de empleo y educación superior.

 

Además, serán las ciudades las que determinarán si seguiremos por el camino del aumento constante y creciente de la explotación de los recursos del mundo o si podremos tomar una senda más sostenible. De ahí que el Objetivo 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”, sea tan importante. El logro de las metas del ODS 11 sienta las bases para la consecución de las metas de muchos otros ODS. Examinemos dos de las metas a modo de ejemplo.

Meta 11.2: De aquí a 2030, proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad.

 

El transporte es una cuestión fundamental para el desarrollo y la meta 11.2 es importante para lograr ciudades seguras, resilientes y sostenibles. Sin embargo, también será necesario conseguir la meta 11.2 si queremos lograr algunas de las metas del ODS 3 (garantizar una vida sana), en particular la reducción de las enfermedades no transmisibles. El transporte activo puede ayudar a lograr la meta relacionada con las enfermedades de ese tipo si se habilitan espacios seguros, cómodos y atractivos para caminar y montar en bicicleta.

 

Los habitantes de las ciudades pueden trasladarse a pie o en bicicleta y así realizar la actividad física necesaria que reduce el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles. Caminar o pedalear son medios asequibles y accesibles de desplazarse por las ciudades para las personas vulnerables, incluidas las mujeres y los pobres. Además, el transporte activo puede contribuir a lograr la meta de reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo. En el 65% de los 1,2 millones de casos de muerte por accidentes de tránsito que se producen cada año en todo el mundo, la víctima es un peatón; en el 35% de esos casos las víctimas fatales son niños. Por lo tanto, al habilitar espacios seguros para los peatones se reducirá considerablemente esa cifra.

 

Si bien los beneficios que tienen para la salud son evidentes, los medios de transporte sostenibles también determinarán la facilidad con que se podrá acceder a otros servicios esenciales en las ciudades, como la educación y el empleo, y, por lo tanto, guardan una relación indirecta con el ODS 1 (poner fin a la pobreza) y el ODS 4 (garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad). Por último, los sistemas de transporte eficientes pueden contribuir a la consecución del ODS 5 (igualdad de género), siempre que satisfagan las necesidades singulares de la mujer. Lamentablemente, los sistemas de transporte de las ciudades suelen construirse a la medida de las necesidades de los hombres y no tanto de las mujeres.

 

En comparación con los hombres, las mujeres se desplazan por las ciudades en horarios diferentes, por motivos diferentes y de formas diferentes, además de contar con menos recursos financieros; por lo que tienen más dificultad para permitirse muchas de las opciones de transporte de que disponen3. Un sistema de tránsito bien diseñado que propicie los desplazamientos a pie, en bicicleta y en transporte público permitirá a todas las personas participar plenamente en la vida comunitaria y creará espacios más seguros, más limpios, más saludables y más sociales.

La manera de lograr la meta 11.2 es importante: esa meta se centra en la ampliación del transporte público, que es un componente necesario de los desplazamientos de la población por la ciudad. Sin embargo, es decepcionante que no se hayan mencionado explícitamente los dos medios de transporte más sostenibles, saludables, asequibles y accesibles, que son desplazarse a pie y en bicicleta. Muchas de las actividades cotidianas de las personas se realizan en lugares que se encuentran a una corta distancia, por lo que es fácil caminar o ir en bicicleta si existen infraestructuras seguras y cómodas.

 

En 2012, los mayores bancos de desarrollo del mundo contrajeron un compromiso por un monto de 175.000 millones de dólares que se desembolsará a lo largo de diez años para financiar el transporte sostenible.

 

Se trata de un compromiso clave de inversión y es importante que una parte de esos fondos se destine a las infraestructuras diseñadas para los desplazamientos a pie y en bicicleta, ya sea en el marco de proyectos de transporte público o de proyectos de carácter independiente.

Meta 11.7: De aquí a 2030, proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.

Fuente: ONU

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